jueves, 18 de marzo de 2010

Decepción Constante

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Nuevamente me he sorprendido de lo evidente que resultan ser las persona que no están satisfechas en muchos ámbitos de su vida. Sus actos están llenos de miradas, recolecciones, rompecabezas de repetidas historias, de vida de otros.
Mas su vida en sí misma, es tolerable siempre y cuando continúen esos cuentos, sin la voluntad de crear su propio relato.Es un grito al vacío, un llanto entre todos los vestigios de aquel fuego. Una súplica, un último suspiro.


jueves, 11 de marzo de 2010

Una dolorosa verdad

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Me agrada la ansiedad, porque en muchas ocasiones es síntoma de que estoy contenta o impaciente porque algo suceda. Pero, me hartan los nervios frente a situaciones negativas. Me pone muy mal temer a ciertas cosas... uff, me agoto. Siento - a veces- que estoy en cierta medida carcomida por dentro y ese es el estado que detesto. Lo peor a veces de sentirse así, es saberlo, porque muchos no tienen idea de que así se encuentran y son más felices. Insisto en que la gente que menos piensa ( y repiensa) las cosas está mucho más conforme. La reflexión suele ahogarnos o quizá es que suelo ir más allá del límite de lo recomendado y medito en demasía.

viernes, 19 de febrero de 2010

La encrucijada habitual

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Estuve tan cerca... creí que despertaba nuevamente, pero no. Simplemente no, tal como tantas otras veces. Sólo fue el reflejo de una oportunidad que nunca llegará a ser en sí. Un recuerdo de lo que fue capaz de ser, un simple indicio de todo el potencial que pudo haber tenido. Ahí es donde se encuentra la clave, hay tantas situaciones que "pudieron haber sido", pero aquí nos encontramos de nuevo, sin concluir o sin siquiera alcanzar a comenzarlas. Algo nos limita, no nos deja dar el otro paso. Los miedos de siempre: ¿qué pasará? ¿y si me equivoco? ¿si tomo la decisión errada? Cada decisión conlleva una carga, cada vez que optamos por algo, dejamos otra alternativa atrás. El problema surge cuando creemos - y muchas veces estamos seguros- de lo que dejamos es lo que nos satisface más, lo que nos mueve en esta vida como ninguna otra cosa, entonces brota de pronto el mismo asunto. Caminos para hacer felices a los otros, muchos. Caminos que nos sacien, escasos.

Erika Jofré Marín

Muchas veces no comprendo esos pensamientos

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¿Por qué será que para algunas personas ver llorar a otra es tan intolerable? ¿Es acaso una especie de distracción en su andar?... Es posible comprender a aquellos a quienes le afecte porque ven a un ser que aprecian herido, triste, ido. Pero... no alcanzo a entender a quienes parece molestar ver caer una lágrima de emoción, ver a alguien conmovido, al punto de mostrar su faceta más vulnerable... ¿Tanto nos incomoda ver a otro corazón rebozando en emoción?
¿Es tan inconcebible entenderlo? Que se esfuerzan por atribuirle alguna condición anormal, ya sea que se encuentra afectado o que es no tiene control de sus emociones... Y ¿qué si así fuese? Las emociones y sentimientos -además de la razón- son lo que nos hacen diferenciarnos unos de otros... Estamos aquí, para vivir cada momento, incluido esos en donde nos parece haber encontrado aquello que nos caló, que tocó nuestros sentidos y los hizo explotar en aquella lágrima, en esa sonrisa repleta de intensidad...

Me siento orgullosa de ser capaz de manifestar lo que ocurre en mí: si apatezco llorar, lloro.


sábado, 13 de diciembre de 2008

La búsqueda

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Creía que el afán de su vida era la ventana del segundo piso del edificio continuo. Desde allí se asomaba cada miércoles, su vecino. El tipo tenía un gusto un tanto peculiar por esta costumbre. Desde que hace siete meses, Alicia lo descubrió mirando hacia el cerro por una hora, por lo menos eso creía ella. Alicia contaba con una timidez impresionante, común en una chica que cree no contar con talentos. Luego de ese incidente, la joven esperó hasta al día siguiente. para cerciorarse si el perfil dulce de su vecino volvería a dejarse ver. No sucedió así, pero decidió esperar y, cada tarde regresaba corriendo desde su colegio, sólo para ver durante esa preciada hora a aquel hombre que le robaba más que el sueño: su corazón.

lunes, 27 de octubre de 2008

Alguien debe saber

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No sé qué parte de esto escribí yo.
Lo que sé es que es una fiel muestra de concordancia





// El amor no debe pedir, ni exigir tampoco. Ha de tener la fuerza de llegar en sí mismo a la certeza. Y entonces, atrae ya en lugar de ser atraído .
La mayoría de los hombres aman para no perderse en su amor, no para encontrarse en sí mismos.
Se refiere a que siempre tendrá todo, no podrá vivir sin algo. //


Fin de la aclaración

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